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jueves, 13 de junio de 2013

LOCI SIMILES (IV): CUÁNTO LATÍN SABEMOS EN ESPAÑA

[Hace unos meses, unos amigos abogados me urgieron a que le buscase un lema latino para su bufete, sin más indicaciones de objetivo, receptores etc. Tras hacerne en vano el longuis, parí, a regañadientes y por salir del paso, el aborto: Agere aude.  No lo entendieron. Hace una semana al caer en mis manos una tarjeta Res iuris, me preguntaron mi opinión y dije que me parecía muy bien, seguro que cumplía el objetivo, aunque no estaba exactamente en latín. Por cierto, si hay por aquí algún latrinero, tomo rumbo a Inglaterra, como escala hacia EE.UU. Si no llego mañana, lo haré el lunes fijo]


            Siempre me pareció uno de los indicadores inequívocos del desastre de la asignatura los latinajos que pululan por ahí. No me refiero a las citas latinas de los periódicos (en las que a ojo de buen cubero calculo un porcentaje de errores superior al 50%), sino a su uso en el mundo económico. Teniendo en cuenta que aún hoy quizás casi un cuarto de la población adulta del país ha tenido contacto con el latín al menos un año, es significativo que su utilización correcta en publicidad o denominaciones sociales se reduzca a su empleo en una sola palabra (y a veces). Es imposible encontrar un mínimo sintagma en latín. O bien hay errores (morfológicos) o bien directamente se descarta la segunda palabra latina: iría contra el principio básico de comprensión del español medio-alto. De ahí los molierescos Reyal Urbis, Talentum Startups, Spes Ingeniería y Construcción etc
             
            Todo viene a cuento del suplemento promocional del Arde Lucus (el nombre, por cierto, cumple la regla de oro de la publicidad en latín) de hoy en la Voz de Galicia, donde se publican las siguientes tres joyas. (No critico el festival: hace más por el mundo clásico que un año de latín). Con todos ustedes:

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