El viernes me desperté de madrugada y no pude seguir
durmiendo, importunado por la cena copiosa y el disgusto por el desplome del
tiqui-taca. Así que abrí la
ventana y me disponía fumar un pitillo cuando vi salir del Goanna, el
pub antelucano de mi pueblecillo, a mi vecino Magister con serias dificultades para mantener el equilibrio,
sin duda por culpa de una de sus habituales ingestas etilícas de fin de semana.
Y mientras me divertía viéndolo a duras penas alcanzar nuestro portal, he aquí que aparece un hombre
madrugador, bien arreglado, que de lejos se echaba de ver que iba a
cumplir con sus obligaciones laborales. Al pasar junto a Magister,
lo agarró para que no cayese y comenzaron a hablar, pues parece que se conocían.
Como estaban algo lejos y Magister pronunciaba con dificultad, parte de lo que
trataron lo adiviné más que oírlo. Por eso transcribo en negrita aquello de lo
que puedo dar fe.
PAU: ¡Hombre, Magister!
Precisamente me he levantado temprano para corregir los resultados de tu
trabajo del año.
MAGISTER: (Algo alterado por los vapores). A ti te quería ver
para decirte dos…
PAU: (Atajándolo). Ya sé, ya sé. Lo de todos los años, que el
examen era difícil y que así no vamos a ninguna parte…Si ni siquiera sabes las
notas de tus alumnos.
M.: No es cuestión de la dificultad ni de las notas; es que no me
parece adecuado el texto.
PAU: Sí, claro. Vosotros querríais que el examen fuera una frase
como Sed
res per consulem tantum prospere gesta est, y que indiscriminadamente todos
sacasen un diez.
M.: No es eso. Esas frases son precisamente las que no hay que
poner, porque tantum, aunque en
Eutropio es mayoritariamente el adverbio “solamente”, aparece perdido en el
diccionario Vox en la línea 29ª de su entrada. Si el profesor, no se acordó de
decirla que la subrayasen…
PAU: Bueno, al grano: ¿a qué frase le pones pegas?
M.: No estoy muy seguro, porque nadie lo subió a Internet y los
compañeros siempre se olvidan de traer el examen de latín, como hay pocos alumnos,
les parece marginal, si sus hijos no la cogen...
PAU: Si no lo viste, ¿de qué te quejas?
M.: Es que vi el examen de Extremadura y me pareció
dificilillo. Y paseando por la tarde vi por la otra acera a uno de mis alumnos que se iba al Arde Lucus, le pregunté a voces qué tal le fue y me dijo “de Nerón y parricidios” a la vez que con el pulgar me hacía el
gesto de OK y…
PAU: ¿Entonces?
M.: Es que la frase ut spectaculi eius imaginem cerneret, quali olim Troia capta arserat es inadecuada porque la
correlación is…qualis no es muy común
y con el antecedente en genitivo modificador de un sustantivo en genitivo y el
consecuente en ablativo con el sustantivo elíptico es inusitada.
Para un profesor de enseñanaza media como yo es incluso un caso único. De
hecho, la primera vez que la leí la interpreté como una comparatio
compendiaria, del tipo quali spectaculo
fruiti sunt quii adfuerunt tum cum olim etc.
PAU: Creo que el alcohol te hace ver cosas enrevesadísimas.
Simplemente es un ablativo de circunstancia acompañante: de un espectáculo “de
tales características, con (-i)
cuales características (qual-) en
otro tiempo” etc. Es decir, como el movimiento de la frase deja ver
fácilmente:” un espectáculo tal como el que se vio cuando en otro tiempo ”
etc.
M.: Sí, ya hace dos años, con respecto a non levius bellum quam Hannibal paraverat apareció el movimiento de la frase. Pero a mí no me acaba de convencer.
PAU: Lo que pasa es que queréis un latín
chapurreado, sin nada de
gramática y cuando aparece algo en que mínimamente…
M.: Eso sí que no es cierto. Utilizamos odas las víasque podemos para enseñar latín, eso incluyeque también les
atiborramos de gramática. Si no les enseñásemos gramática, nos
importarían un pimiento las dificultades gramaticales que presentan esas
frases. El problema es que en la frase de Aníbal, el alumno la traducirá bien
porque bellum es femenino en español
y no se parará a pensar si el quam es
relativo o comparativo ni si hay una braquilogía: bellum quam quod. Simplemente traducirá: más grande que la guerra que etc. Lo mismo pasa con el spectaculi eius quali.
PAU: Entonces no es para tanto.
M.: Pero el alumno normal no podrá dar cuenta
exacta del valor del quali y por qué
lo traduce así. Se favorece al simplemente inteligente que no ha hecho caso de
las reglas gramaticales y se perjudica al que las ha estudiado pacientemente y
las aplica a la hora de traducir, que le da vueltas a la frase porque se
acuerda de que su profesor le dice que no se puede traducir nada sin antes
haber comprendido perfectamente las estructuras. Es, por lo menos,
incongruente.
PAU: No debe ser para tanto, porque a tu alumno no le ha
ido mal.
M.: Pero no es cuestión de eso. Antes me cortaste cuando te contaba
mi encuentro con él. Entrando en la estación de autobuses, aún añadió: “¡Me lo había leído!”.
PAU: ¿Qué quiere decir?
M.: Que cuando acaba el curso, en vez de seguir dando clases como
otros, yo sólo les recomiendo que hagan una rápida
lectura del libro entero de Eutropio,
que ya han traducido en una buena parte.
PAU: ¿Y se acuerdan de lo que leyeron?
M.: Creo que no lo harían si el pasaje fuera normal, pero sí si es excepcional.
PAU: ¿Qué quieres decir con “excepcional”?
M.: Les digo que se salten lo ya traducido o los pasajes parecido
pero con otros protagonistas, pero que estén muy atentos a ver si
alguien se acuesta con su hija, pesca con redes de oro o mata a su madre.
PAU: ¿Y por qué ese gusto morboso?
M.: Porque si no conocen la historia, porque el profesor no tuvo dotes
adivinatorias, y en el examen alguien se
prostituye tocando la lira, igual se quedan perplejos y empiezan a enredarlo
todo antes de poner algo que les parece imposible.
PAU: Ya veo que no te vale nada. Es muy fácil criticar la labor
ajena. No sabes lo difícil que escoger un texto de tres líneas
para evaluar con justicia los conocimientos de alumnos ajenos.
M.: La verdad es que no lo sé. Pero creo que deberían
tenerse en cuenta dos principios. El primero, hacer el esfuerzo de ponerse en
el lugar del alumno.
PAU: ¿Cómo?
M.: Abstraerse de todo lo que sabes y quedarte con los
solos conocimientos y herramientas que debería tener un buen alumno de latín en
2º BAC y enfrentarte al texto que has elegido.
PAU: Si fuera posible hacer eso, ¿de qué valdría?
M.: Te valdría, por ejemplo, para hacer el esfuerzo de
buscar todas y cada una de las palabras del texto en el diccionario VOX y ver
que bajo el lema “prostituo” sólo aparece una traducción: “prostituir”, y que es posible que un alumno mínimamente
reflexivo se quede estupefacto al ver que alguien se prostituye bailando y
tocando la lira. De ahí a llenar el ejercicio de disparates hay un
pequeño paso. Y, por supuesto, no debería haber ninguna trampa
gramatical.
PAU: Dijiste dos, ¿cuál es
el otro?
M.: El texto debería evitar lo más posible el tener que
buscar palabras en el diccionario. Casi soy
partidario de no permitir su uso.
PAU: Claro. Así sólo se podrían poner media
docena de fragmentillos adivinables y, además, chupados.
M.: Creo que no. Habría algo menos de dificultad gramatical, es
cierto, pero se podrían poner fragmentos bastante más largos donde
el alumno diera cuenta de su saber la lengua latina por su conocimiento de
vocabulario y de la materna por su traducción. No habría que eliminar ningún fragmento
porque las palabras más difíciles se proporcionarían en el examen, incluso, si
se quiere, en el formato VOX. Se podría incluso elaborar una lista
del vocabulario mínimo exigible gracias a las listas de frecuencia
de Intratext.
PAU.: ¿Y la gramática?
M.: Para eso está la pregunta gramatical. Si el
texto fuera más sencillo, se podría aumentar incluso un poco su valor, para que
den cuenta de su técnica. Lo que no puede ser es que alumnos
tirando a buenos se salven por un truco y vean que el trabajo de tres años no
les valió para nada
porque, ya se sabe, los romanos eran gente che no si sapeva da donde veniva, no si
sapeva dove andava, faceva in genere cose banalissime o folli…
PAU: No sé. Bueno, de todo lo que dices veo que, por lo menos, en
algo estamos de acuerdo: estás pensando siempre en Eutropio
como autor.
M.: Sí, al principio tenía mis dudas, pero cada vez me
gusta más, porque son capaces de traducir capítulos enteros sin tocar el
diccionario.
PAU: Y de Fedro, ¿qué me dices?
M.: A ese lo odio. Tengo escrito un decálogo para prohibir su uso
para aprender latín. No sólo es inadecuado sino nocivo
porque… cargado… copas…pero…el lunes…
Y
aquí terminó el combate porque a Magister
ya no se le entendía nada y PAU lo convenció
para que entrara en el portal. Encendí un pitillo y lo disfruté morosamente.
Cuando volví a la cama, todavía se oía a Magister luchar infructuosamente con
la cerradura.